Sabemos que la conoces por la famosa “torre”, ¿quién no se haría la típica foto sosteniendo la que en realidad es el Campanario del Duomo de Pisa? Es obvio que esto forma parte de la cultura turística tradicional de los viajeros de la Toscana. Sin embargo, Pisa puede ofrecerte muchísimo más que la típica Torre. Y, lo cierto, es que es una ciudad pequeña pero que conserva el encanto de las ciudades toscanas. Y si no te quieres quedar con lo más superficial, aquí descubrirás todo lo que Pisa puede ofrecerte en un día.
Llegar
Para llegar a la ciudad de Pisa podrás hacerlo en avión, coche o tren. ¿Qué suele ser lo más común y rentable? Hacerse una ruta por la zona y visitar Pisa en menos de 10 horas, por lo que el tren y su estación es una buena referencia para comenzar la ruta.
Ruta rápida
Tomando Viale Gramci se acaba llegando a Corso Italia, la calle comercial por excelencia. En esta zona, podrás disfrutar de la moda italiana, las firmas más caras y los escaparates que jamás te podrás permitir. Esta es una avenida muy turística, donde la afluencia de gente es constante. Si no te gusta la muchedumbre, no pases mucho tiempo aquí.
Continuando por Corso Italia se llega al Ponte di Mezzo, que cruza el esbelto río Arno. Parada indispensable para hacerse una fotografía con el paisaje de Pisa.
Tras cruzar el puente, seguimos hasta Borgo Stretto, otra calle conocida por su amplia variedad de tiendas de alta costura y elegantes bares: que como se puede adivinar por su nombre, es una callejuela medieval porticada y estrecha, perfecta para pasear entre los escaparates. Al final de Borgo Stretto se gira a la izquierda en Via Dini, para llegar a la hermosa Piazza dei Cavalieri.
Esta plaza era el centro antiguo de la ciudad, y ahora acoge edificios centenarios de gran valor histórico: además del Palacio de los Caballeros, sede de la Scuola Normale Superiore, también el Palazzo dell’Orologio.
No dejes de visitar la famosa Chiesa della Spina. Desde el otro lado del río se puede admirar el singular perfil de la iglesia de esta ciudad, cuyo nombre se debe al hecho de que la iglesia en la antigüedad conservaba una espina que se creía pertenecía a la corona de Cristo.
Poco más adelante, continuamos hasta llegar a la importantísima Piazza dei Miracoli, ¡la de la famosa torre!
La Torre de Pisa es el icono de la ciudad, aunque realmente merece más la pena por fuera que por dentro, por lo que si no tienes mucho tiempo ni ganas de gastar dinero, no te perderás mucho.
El Duomo de Pisa es una catedral medieval dedicada a la Asunción de la Virgen. Su construcción se comenzó en 1064 de la mano de Buscheto aunque fue Rainaldo, que ideó la impresionada fachada de piedra blanca y gris, quien se llevó el gran merito. La entrada al Duomo es gratuita.
El Baptisterio de Pisa, se encuentra al lado del Duomo y es el baptisterio más grande de Italia (y junto con el de Florencia el más bonito). Allí cerca encontraremos también el Camposanto, un cementerio monumental. La entrada a uno de los dos sitios cuesta 5€ y a los dos de los sitios 7€.
Si visitas Pisa, te interesará saber qué comer en la región.